Definición de AxiologíaLa axiología es una rama de
la filosofía, que tiene por objeto de estudio la naturaleza o esencia de los
valores y de los juicios de valor que puede realizar un individuo. Por eso, es
muy común y frecuente que a la axiología se la denomine “filosofía de valores”.
La axiología, junto con la deontología, se constituyen como las ramas más
importantes de la filosofía que contribuyen con otra rama más general: la
ética.Tanto los valores positivos como los negativos son abordados de manera
igual por la axiología, mediante el análisis que considera a algo como valioso
o no. Por esto, la axiología ha planteado importantes conceptos para los
principios de la ética y de la estética, ambas disciplinas donde la noción de
“valor” tiene una importancia clave para el desarrollo de las mismas.Existe
también lo que se denomina “jerarquía” o “escala” valorativa donde, entre los
valores, algunos tienen una posición o escalón de relevancia más alta que
algunos otros.
Valores
universales
Son el conjunto de características y normas de
convivencia del ser humano consideradas como cualidades positivas y válidas en
una época determinada. Se suelen considerar innatos a la naturaleza humana.
Los valores universales son objeto de estudio de la
Ética, la Moral y la Filosofía. En concreto, la Axiología dedica su estudio a
los valores y los juicios valorativos. Los Derechos Humanos están basados en lo
que se considera como valores universales.
Se trata de un concepto amplio abierto a las
interpretaciones. Aunque son valores a los que se da importancia, cada persona
suele priorizar algunos de ellos, especialmente cuando se presentan situaciones
de conflicto entre varios valores universales.
Ejemplos
de valores universales
En general, existe una serie de cualidades del ser
humano que se suelen considerar positivas. Algunos de los valores universales
pueden ser el respeto, la libertad, la bondad, la justicia, la igualdad, el
amor, la responsabilidad, la honradez, la solidaridad, la verdad, la valentía,
la amistad, el honor y la paz.
Muchos de ellos están relacionados entre sí y se les
da importancia y valor por su contribución a mejorar la sociedad y aportar
dignidad a la persona. Más allá del interés propio o de determinadas
características que cada persona valoriza, estos valores universales son
comunes en distintas culturas.
Este tipo de valores también se pueden trabajar,
aprender y desarrollar a través de distintas formas de educación.
Valores
universales y relativos
Los valores relativos son aquellos que no se
consideran comunes en todas las sociedades y civilizaciones. Están supeditados
a valoraciones subjetivas, desde un punto de vista individual como de una
determinada cultura. Se suele considerar también a aquellos que no tienen mucha
permanencia en el tiempo ni mucha intensidad o alcance.
Están influenciados por determinados parámetros como
la cultura o la religión. Algunos valores universales también pueden tener
distinto valor dependiendo del contexto y la situación.
Cada persona tiene una escala de valores concreta y
determinada, es decir, unos filtros a partir de los que interpreta la realidad
desde la perspectiva de la moral. Los valores sirven para diferenciar entre el
bien y el mal, es decir, son normas que nos ayudan a diferenciar aquello que es
correcto de aquello que no lo es. Los valores se adquieren en la infancia a
través de la educación que una persona recibe en el hogar y en el colegio. Sin
embargo, con el proceso de madurez, cualquier persona también suma nuevos
valores a partir de su experiencia y de su punto de vista. Del mismo modo, una
persona también puede cambiar de opinión en relación con los valores porque la
vida también es sumar nuevas creencias.
Una escala de valores muestra como indica su propio
término que una persona tiene una jerarquía de ideas. Existen valores que son
más prioritarios y urgentes que otros. Cuando una persona actúa en contra de un
valor personal importante, entonces, se siente mal consigo misma porque ha ido
en contra de su verdadera esencia. Este error es muy humano porque las personas
también tenemos muchas contradicciones internas. Por ejemplo, podemos pensar
una cosa y hacer la contraria.
Una de las premisas básicas para tener un alto nivel
de felicidad es ser fiel a esa escala de valores. Es decir, ser honesto con uno
mismo y consecuente con la forma de pensar. La sociedad actual está marcada en
cierta forma por el relativismo ético, es decir, nuestra ética y moral ha
evolucionado, ha cambiado con el tiempo y que ésta, no es absoluta. Una ventaja
del relativismo ético es que permite una amplia variedad de culturas y
prácticas. También les permite a las personas adaptarse éticamente a los
cambios de la cultura, el conocimiento y la tecnología en la sociedad.
Conviene puntualizar que cada persona tiene una
escala de valores concreta incluso dentro de una misma familia. Las escalas de
valores no coinciden como un puzzle en las relaciones. Sin embargo, lo que sí
es verdad, es que nos sentimos más cerca de aquellas personas que tienen una
ética similar a la nuestra.
Principio
Diferencia
entre un valor y un principio
Los principios son universales, no se discuten sus
implicaciones, no dependen de interpretaciones ni de percepciones, puesto que
son inherentes al ser.
Los valores se podrían cuestionar o relativizar, por
ejemplo la dignidad esencial del ser humano es distinta de los valores que se
podrían derivar de ella, en este caso el respeto a las ideas, la tolerancia,
etc.
Ética
Son reglas o normas que orientan la acción de un ser
humano. Se trata de normas de carácter general, máximamente universales, como,
por ejemplo: amar al prójimo, no mentir, respetar la vida, etc. Los principios
morales también se llaman máximas o preceptos. Los principios son declaraciones
propias del ser humano, que apoyan su necesidad de desarrollo y felicidad, los
principios son universales y se los puede apreciar en la mayoría de las
doctrinas y religiones a lo largo de la historia de la humanidad.
Los principios morales son una codificación de las
cosas que el hombre ha descubierto que son malas para él mismo y para los demás
en algún momento de su historia, y habiendo descubierto que estas cosas
inhibían su propio bienestar.
Principios aplicados en la historia de algunas
culturas:
·
La persona tiende por naturaleza a hacer el bien y evitar el mal.
·
El ser humano está dotado de una dignidad
esencial.
·
La vida humana debe ser respetada como
un bien inalienable.
·
El fin no justifica los medios.
·
La persona tiene derecho a su pleno
desarrollo.
·
La libertad es esencial para el
desarrollo de la persona.
·
El bien común es superior al bien particular.
·
La persona tiene derecho a participar en
los destinos de la sociedad.
·
La familia es un ámbito indispensable
para el crecimiento.
·
El ser humano es capaz de comprometerse
y cumplir lo prometido.
·
El trabajo es un derecho básico para la
subsistencia personal.
·
La naturaleza es un ámbito esencial para la vida
y como tal debe ser respetada.
·
La persona tiene derecho a vivir en paz.
La ética es la rama de la filosofía que se ocupa del
estudio racional de la moral, la virtud, el deber, la felicidad y el buen
vivir. Requiere la reflexión y la argumentación. El estudio de la ética se
remonta a los orígenes mismos de la filosofía en la Antigua Grecia, y su
desarrollo histórico ha sido amplio y variado.
La ética estudia qué es lo moral, cómo se justifica
racionalmente un sistema moral, y cómo se ha de aplicar posteriormente a nivel
individual y a nivel social. En la vida cotidiana constituye una reflexión
sobre el hecho moral, busca las razones que justifican la adopción de un
sistema moral u otro.
Una doctrina ética elabora y verifica afirmaciones o
juicios determinados. Una sentencia ética, juicio moral o declaración normativa
es una afirmación que contendrá términos tales como “bueno”, “malo”,
“correcto”, “incorrecto”, “obligatorio”, “permitido”, etc., referidos a una
acción, una decisión o incluso también las intenciones de quien actúa o decide
algo. Cuando se emplean sentencias éticas se está valorando moralmente a
personas, situaciones, cosas o acciones. Se establecen juicios morales cuando,
por ejemplo, se dice: “Ese hombre es malo”, “no se debe matar”, etc. En estas
declaraciones aparecen los términos “malo”, “no se debe”, etc., que implican
valoraciones de tipo moral.
Ética
Profesional
La ética profesional o deontología (del griego δέον
"debido" + λόγος "tratado", término introducido por Jeremy
Bentham en su DeontologyortheScience of Morality, "Deontología o Ciencia
de la moralidad", 1834) es una rama de la ética cuyo propósito es
establecer los deberes y obligaciones morales y éticas que tienen que asumir
quienes ejercen una determinada profesión. Por lo general, se halla recogida en
forma escrita en los llamados códigos deontológicos, habituales en esferas como
la medicina o el periodismo, pero que deberían extenderse a cualquier otra disciplina
en que se trate con seres humanos o seres vivos.
La deontología es conocida también bajo el nombre de
"teoría del deber" y, al lado de la axiología, es una de las dos
ramas principales de la ética normativa. Un código deontológico es un conjunto
de criterios, apoyados en la deontología con normas y valores, que formulan y
asumen quienes llevan a cabo una actividad profesional.
Moral
La moral o moralidad (del latín mos, moris,
‘costumbre’ , son las reglas o normas por las que se rige el comportamiento o
la conducta de un ser humano en relación a la sociedad (normas sociales), así
mismo, y a todo lo que lo rodea. Otra perspectiva la define como el
conocimiento de lo que el ser humano debe hacer y/o evitar para conservar
estabilidad social.
El término «moral» tiene un sentido opuesto al de
«inmoral» (contra la moral) y «amoral» (sin moral). La existencia de acciones y
actividades susceptibles de valoración moral se fundamenta en el ser humano
como sujeto de actos voluntarios. Abarca la acción de las personas en todas sus
manifestaciones, además de que permite la introducción y referencia de los
valores.
Los conceptos y creencias sobre moralidad llegan a
ser considerados y codificados de acuerdo a una cultura, religión, grupo, u
otro esquema de ideas, que tienen como función la regulación del comportamiento
de sus miembros. La conformidad con dichas codificaciones también puede ser
conocida como moral y se considera que la sociedad depende del uso generalizado
de ésta para su existencia.
Hay diversas definiciones y concepciones de lo que
en realidad significa la moralidad, y esto ha sido tema de discusión y debate a
través del tiempo. Múltiples opiniones concuerdan en que el término representa
aquello que permite distinguir entre el bien y el mal de los actos, mientras
que otros dicen que son sólo las costumbres las que se evalúan virtuosas o
perniciosas.
El concepto de moral se diferencia de la filosofía
moral o ética en que ésta última reflexiona racionalmente sobre los diversos
esquemas morales con la finalidad de encontrar principios racionales que
determinen las acciones éticamente correctas y las acciones éticamente
incorrectas, es decir, busca principios absolutos o universales, independientes
de la moral de cada cultura.
La esencia de la moral tiene que buscarse, por ende,
tanto en un plano como en el otro, y de ahí la necesidad de analizar el
comportamiento moral de los individuos reales a través de los actos concretos
en que se manifiesta. Veamos, pues, en
qué consiste el acto moral.
Un acto moral como, por ejemplo:
·
“Acudir en ayuda de alguien que sin
poder defenderse es atacado impunemente en la calle”
·
“Cumplir la promesa de devolver algo
prestado”
·
“Denunciar la injusticia cometida con un
compañero o amigo”
·
Es siempre un acto sujeto a la sanción
de uno mismo; es decir susceptible de aprobación o condena, de acuerdo con
normas comúnmente aceptadas.